jueves, 8 de mayo de 2014

Knitting is the new yoga
An illustrations byAlanna Cavanagh
No os descubro nada nuevo si os digo que tejer está de moda. Lo que era una actividad de abuelitas se ha convertido en el nuevo yoga, “Knitting is the new yoga”. No sólo la actual tendencia de volver a las tradiciones ha hecho del tejer una actividad cada vez más cotidiana, además tiene beneficios psicológicos y físicos que lo convierten en algo adictivo.
Cuando tejemos concentramos todos nuestros sentidos en una sola actividad, la repetición automática de los movimientos ayudan a relajarse y a concentrarse, impidiendo que nuestra mente estresada salte de un pensamiento a otro. Punto a punto vamos entrando en un estado de relajación en el que nuestro ritmo cardíaco disminuye, baja la presión arterial y se estabiliza nuestra respiración, creando una sensación de quietud placentera que libera endorfinas, la hormona de la felicidad.
Es por eso que la “lanaterapia” está empezando a usarse en algunos países (Sanitas ya tiene un área de Laborterapia en sus centros de salud), dando muy buenos resultados en personas con depresión o niños con problemas de conducta, ya que desarrolla la perseverancia, la creatividad, la concentración y la autoestima. Además estas actividades realizadas en grupo fortalecen la empatía y el trabajo en equipo.
Según un estudio publicado en el 2013 en el British Journal of Occupational Therapy (www.cot.co.uk/british-journal-bjot/british-journal-occupational-therapy) el 61% de los entrevistados confesó que tejer les ayuda a concentrarse en cosas importantes y además el 37% olvida sus problemas mientras teje.
Cuando planificamos una labor fomentamos la “gimnasia mental” puesto que tenemos que realizar cálculos matemáticos simples para saber adaptar el patrón a nuestras medidas. Y, obviamente, estamos estimulando la imaginación y la creatividad.
Manos ocupadas ¿hay algo más gratificante que hacer algo con nuestras propias manos? Todos los que nos dedicamos al DIY (Do It Yourself, hazlo tu mismo) experimentamos la maravillosa sensación de terminar nuestra labor y sentirnos orgullosos del trabajo realizado. Hacer algo con nuestras propias manos siempre genera satisfacción y realización personal.
cabinaPero el arte de tejer no sólo se afianza como terapia. Muchas personas lo consideramos como un pasatiempo o una diversión. Incluso las agujas y los hilos son sólo una excusa para reunirnos y compartir experiencias y tiempo libre. Os invito a que busquéis en vuestra ciudad grupos que se reúnen con la intención de construir lazos sociales a través del tejido y la conversación amena. Estoy segura que en cualquier lugar habrá un espacio con espíritu deLanaLana. Los movimientos Urban knitting (o Yarnbombing) cada vez están más extendidos y está naciendo una nueva forma de hacer “graffiti” con lanas.
 Así que hay que desterrar ese pensamiento de que sólo tejen las yayas. Cada vez somos más mujeres jóvenes y hombres los que nos sumamos a esta tendencia. Después de todo tejer ha sido siempre una actividad masculina. Durante el Renacimiento solo a ellos se les permitía hacer gremios. Más tarde los marineros escoceses, irlandeses e islandeses usaron su tiempo de inactividad haciendo cotas de malla, redes de barco y jerséis de punto. Y en la Segunda Guerra Mundial a los soldados heridos se les alentó a tejer como terapia y a los colegiales norteamericanos se les enseñó a tejer cuadrados de ganchillo para hacer mantas para las tropas. Desde 1918 está documentado que los soldados tejían. Eduardo VIII,príncipe de Gales y Charles Dickens, escritor, son algunos de los tejedores ilustres masculinos.
Así que ya no hay excusas, tejer es una terapia natural y no entiende de edad, raza o género. Os espero a todos para enseñaros esta nueva forma de vivir mejor.

by Ivana Petrovic
by Ivana Petrovic

martes, 15 de abril de 2014



Bienvenidos a deLanaLana

Alehop ya estamos aquí!
deLanaLana abre sus “ciberpuertas” y re-estrena tienda. Si, re-estrena, porque deLanaLana es la evolución de Fet a Mà, la tienda que con tanto mimo abrieron Marina y Pablo y a la que yo me uní en abril. Sin ellos este proyecto que hoy os enseño nunca habría existido, por eso mi primer día se lo dedico a ellos, por que me enseñaron mucho, por que tuvieron paciencia y por que les quiero ¡son mi familia valenciana!
Lo primero, explicar el nombre. deLanaLana quiere decir eso exactamente, que es 100% pura lana (o 100% puro algodón, que en verano también abrimos). Cuando tienes una cazadora de cuero ¿qué les dices a los demás? Que es de cuero cuero, o de piel piel, pues nosotros tenemos lanadeLanaLana. Todo lo que hagamos con nuestras manitas y todos los ovillos que tenemos en nuestra tienda, no tendrán ni acrílicos, ni poliamidas sintéticas, ni nada que no haya salido de un animal o de una planta. Así, si cuidas bien las prendas que hayas tejido, te durarán siempre. La lana es como el amor de tu vida ¡duradero si lo cuidas bien!
Lo segundo, quien soy yo. Casi todos (por no decir todos) los que estáis leyendo estas líneas me conocéis de una u otra forma. Para algunos soy La Pérez, para otros La Morena, los peques me llaman Tía Panchi y uno hay por ahí que me llama Niña. Para todos soy la misma: Eva, una madrileña casi cuarentona, extrovertida, risueña, cariñosa, pragmática, asquerosamente ordenada y que se ha quedado sin abuelas, je je je.
Ni en mil años que viviera habría imaginado lo que hoy me está ocurriendo, tener mi propio negocio, dedicado a mis hobbies, donde la gente viene a a verme por que se sienten bien… (antes venían a verme por que querían un aumento de sueldo, por que necesitaban un trabajo o por que había algo mal en sus facturas…esto es resumir mi trayectoria profesional en una frase, si señor!). deLanaLana pretende convertirse en un espacio donde puedas relajarte, donde te dedicas unas horas a ti, donde prestas atención a lo que a ti te gusta. Por eso hay dos normas: la primera suena extraña, pero me lo agradecéis “no se puede hablar de niños” ya tenéis la salida del cole, el parque, vuestras amigas, mamás, suegras…; y la segunda “todo lo que se cuenta entre estas cuatro paredes, jamás sale fuera” o dicho de otro modo “lo que se cuenta en deLanaLana, se queda allí, a la mañana siguiente al abrir de nuevo el cierre, se han borrado todas las conversaciones.
Y ya para terminar sólo me queda pediros que me ayudéis a hacer posible este proyecto ¿cómo? siendo felices cuando venis a la tienda, cuando leeis mi blog o cuando navegáis por esta web, no quiero hacerme rica, solo ser un huequito de emoción en vuestro día a día.
Bienvenidos lectores de historias…
…continuará.

martes, 25 de marzo de 2014

Mmmm…. parece que el tiempo va a cambiar, todavía nos queda un poco de frío pero es posible que los abrigos y las chaquetas gordas dejen paso a los jerséis más finos y las blazer.
etiquetas
En definitiva, toca el odiado “cambio de armarios” y el momento de retirar todo aquello que no nos hemos puesto en toda la temporada (os recuerdo que delanaLana es punto de recogida de la ONG Siempre Contigo). Algunas cosas habrá que llevarlas al tinte, otras podremos lavarlas en casa y es aquí donde nos surgen dudas ¿cómo lavo ese jersey, cuello, bufanda, gorro, guantes…de lana lana que me he hecho este invierno? Lejos de querer convertirme en Pepito Grillo, a continuación os pongo algunos consejitos para que guardéis vuestras prendas preferidas y os duren como un buen amor ¡toda la vida!

Lo primero es saber interpretar las etiquetas. Todos los ovillos llevan una etiqueta, igual que las prendas que compramos. Algunos somos unos maniáticos y, antes de estrenar la prenda, agarramos la tijera y ¡ras! etiquetas fuera… Ojo, hay que mirar antes las recomendaciones de los fabricantes para lavarlas. Aquí tenéis un pequeño resumen del significado de los símbolos de esas etiquetas:



Símbolos de lavado1Símbolos de lavado2Símbolos de lavado3
De todos modos, prácticamente todos los fabricantes (y yo) recomiendan lavar las prendas de lana a mano, pero es cierto que las lavadoras modernas incluyen un programa de lana en el que apenas se centrifuga la ropa y que utiliza agua fría. Si creéis que la prenda lo soporta, utilizadlo, aunque insisto que no soy partidaria.
Siempre con un jabón especial de prendas delicadas y sin retorcer.
Está terminantemente prohibido lavar la lana con agua caliente, eso la “afieltra” y ¡adiós! no hay solución.
Una vez que hemos identificado cómo hay que lavar esa prenda, abrochamos botones y cremalleras. Es recomendable lavar y tender la ropa con las cremalleras y botones abrochados, evitaremos que se deformen.
Para secar hacerlo a temperatura ambiente, lejos del calor y protegida de la luz solar. No usar secadora, o corremos el riesgo de ampliar el armario de nuestra muñeca Barbie.
Por norma general las prendas de lana no precisan planchado, pero algunos fabricantes recomiendan hacerlo a bajas temperaturas (entre 110º – 150ºC) y con un trapo encima. Mi consejo (y el de los expertos) es que la planchéis cuando todavía está un poco húmeda, aunque lo mejor es que bloqueéis, es decir, pongáis en una superficie plana y absorbente la prenda en la posición exacta en la que queréis que se quede, si es necesario sujetad con alfileres y dejar secar a temperatura ambiente y a la sombra. Una vez la prenda esté seca, se quedará en esa posición hasta la próxima vez que se humedezca.
Prometo dedicaros un post solo para las técnicas de bloqueo, merece la pena aprender a hacerlo porque nuestras prendas tejidas quedan excelentes tras este proceso.
lava mama
 Bueno, pues ya no hay excusas, la próxima vez que estropees una prenda de lana sabremos que no habéis seguidos nuestros consejos. Y tampoco es válido seguir el consejo de la foto ¡ya sabes cómo se hace!
Y recordad que la lana no absorbe humedad, por tanto es difícil que se manche. Es mejor que la saquéis a la intemperie, a la sombra, para que se quiten olores y la lavéis sólo una vez al año. Así seguro que os durará mucho tiempo.
¡¡Feliz cambio de armarios Manos Ocupadas!!

Fuentes: http://www.lavadoropa.com/, http://www.weareknitters.com/, http://www.garnstudio.com/